martes, 3 de marzo de 2015

Alimentos para una mejor salud mental



Los estudios sobre la conexión "alimentos-estado de ánimo" han sido limitados y han mostrado resultados variados. Debido a que todavía quedan tantas preguntas, no se recomiendan los cambios alimenticios como sustituto de un tratamiento profesional para los problemas de salud mental como la depresión.
Las limitadas evidencias sugieren que determinados nutrientes pueden contribuir con el bienestar emocional. Todos estos nutrientes son parte de una dieta equilibrada. Es probable que una nutrición apropiada lo haga sentir mejor física y emocionalmente.

Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en los pescados como el salmón. También pueden encontrarse las nueces.

El triptófano es un aminoácido que el cuerpo necesita para poder producir una sustancia química que se llama serotonina. Los estudios han examinado el uso del triptófano para tratar la depresión, pero no hay suficiente evidencia científica para recomendar su uso. El triptófano puede encontrarse en las carnes rojas, los productos lácteos y la soya.

El magnesio es un nutriente que ayuda al cuerpo a producir energía. También ayuda a que los músculos, las arterias y el corazón funcionen en forma adecuada. Algunos investigadores están estudiando si los pacientes que toman magnesio adicional se recuperan con mayor rapidez de la depresión. El magnesio puede encontrarse en alimentos como las verduras de hojas verdes, las nueces y los aguacates.

El ácido fólico y la vitamina B-12 son vitaminas B que desempeñan un papel importante en el metabolismo (el ritmo de los procesos del cuerpo) y en la producción de células sanguíneas. También están relacionados con unas sustancias químicas que se llaman dopamina y noradrenalina.  Aumentar los niveles de ácido fólico y vitamina B-12 de una persona puede aumentar su respuesta a los medicamentos que tratan la depresión. El ácido fólico se encuentra en alimentos como las verduras de hojas verdes y las frutas. La vitamina B-12 se encuentra principalmente en el pescado, los mariscos, la carne y los productos lácteos.

¡No perdemos nada comiendo mejor!